El paraíso perdido, después de todo, parece estar en Girón , al sur de la provincia ecuatoriana de Azuay y a tan sólo 37 km de Cuenca.
Destino indispensable si se recorre la zona y de esos para tener en cuenta a la hora de planificar y decidir un viaje.
El camino para llegar a Girón es asombroso por lo bello. Aún si en esas rarezas del destino el día presenta una llovizna no habitual en la zona, el paisaje se revelará poderoso, intenso, contundente.
Y una vez allí un poco de historia , la rica gastronomía y la vedette en el "Chorro de Girón" harán de la decisión una muy buena decisión.
El "Chorro de Girón" es sin duda la perla de la zona. A tan sólo 5 km del centro cantonal, está conformado por 3 cascadas de agua superpuestas de más de 100 metros de altura. Alrededor , un bosque protector, abre la vista a un paisaje inigualable de exuberante belleza . Pero, ¿qué más se puede decir? Hay que verlo, sentirlo, mojarse para que la experiencia sea completa y arrebatadora.
Ya habrá tiempo más tarde, para pasear por el centro cantonal , imagen plácida de un pueblo en la montaña donde también se escribió la historia. En el Museo Casa de los Tratados una bandera orgullo de los gironeses recuerda que fue allí donde se firmó en 1829 el convenio de Girón luego que las tropas gran colombianas se impusieran a las peruanas.
Antes de llegar y un poco más allá por la vía del Girón el Parque Nacional Portete de Tarqui conmemora con un templete y una pirámide esa batalla heroica. El Paisaje desde ese lugar es también increíblemente envolvente y poderoso.
Y como ninguna experiencia puede ser completa sin lo gastronómico, es casi obligatorio deleitarse con el pan de almidón de achira . Casi convertido como el documento de identidad de Girón, la planta de achira fue un medio de desarrollo económico para su población y es, ahora junto con "El Chorro" , estandarte ante el mundo.
Para completar, cuy con papas, hornado, chaquis y mapanahua harán de la experiencia, una experiencia exquisita.
Una experiencia que puede sin embargo completarse todavía , con la posibilidad de toparse con el amable alcalde de la ciudad, Jorge Duque, que no ahorra esfuerzos para hacer sentir al visitante como en su propia casa y le confiere al recorrido ese calor humano característico de la región.
Una experiencia que vale la pena transitar y que te acercamos en Turismo Tv