Bodega Bar El Pimpi

 

En el corazón de la bellísima ciudad de Málaga,  "El Pimpi", se establece como una icónica bodega-bar que personifica la esencia de la cultura y la tradición andaluzas. Con más de 40 años de historia, este lugar emblemático ha sido testigo del paso de generaciones de malagueños y turistas, convirtiéndose en un símbolo de la hospitalidad y la vida social en la región. La Guía de viajes Louis Vuitton, lo señala como "el lugar de tapas más famoso de la Costa del Sol" Su nombre recuerda a personajes muy populares en la ciudad que ya se han perdido: el Pimpi. El Pimpi eran, ni más ni menos, que unos jóvenes muy serviciales que ayudaban a la tripulación de los barcos que arribaban a Málaga y a sus pasajeros a moverse por la ciudad.

 

Pero lo esencial es que El Pimpi" tiene magia.No es acartonado, sofisticado ni pretencioso. Sus paredes fueron , según pasaban los años, convento, establo, prostíbulo, tablao. En pleno centro de Málaga, a los pies  de la Alcazaba que domina la ciudad  y del Teatro Romano, es tal vez esa explosiva mezcla de diversión, buenos tragos e historia,  la que marca ese espíritu que jamás se podría definir pero que se puede respirar.  Por las salas y patios de esta bodega que alberga una interesante colección de antiguos carteles de Feria, han pasado generaciones de artistas, y personalidades de todo tipo.

 

José Cobos, su mentor dice no saber cual es el secreto, pero en cada palabra queda claro para los que lo escuchamos , que es la pasión y el trabajo que puso y pondrá en "El Pimpi" lo que le dá al lugar, lo que ese lugar tiene: MAGIA

 

Ubicado en un antiguo caserón del siglo XVIII, las paredes de El Pimpi están adornadas con una colección inigualable de barricas de vino firmadas por celebridades y personalidades ilustres que han visitado el lugar a lo largo de los años. Es impresionante la colección de personalidades que la frecuentaron: Desde la Reina de Bután hasta Antonio Banderas, no faltaron los miembros de la familia Picasso y actores , músicos y pintores españoles e internacionales. Javier Bardem y Antonio Banderas han rodado secuencias de sus películas allí.

En la salida hacia los jardines de la Alcazabilla, un mosaico de azulejos recuerda a todos los grandes del flamenco y de la copla que actuaron en esta sala famosa: Imperio Argentina, Fosforito, Miguel de los Reyes, La Cañeta, Pepito Vargas son sólo alguno de ellos.

Pero posiblemente los geniales Antonio Gala y Manuel Alcántara hayan dado en la tecla al definir el lugar. El primero lo expresaba así: "Si me pierdo una tarde en Málaga, en el Pimpi me encontrarán. El Pimpi es un lugar de encuentros múltiples, una caja de resonancias, una cámara abierta a la amistad". El segundo, categórico y rotundo "El Pimpi , que es la capilla sixtina de Málaga"

 

Esta auténtica taberna andaluza es famosa, además, por su amplia selección de vinos locales y su "Moscatel Iberia",que se ofrece a los comensales una experiencia única al disfrutar de copas bajo la sombra de una hermosa enredadera en su patio típico. En el Salón de los Barcos -la bodega propiamente dicha en el piso inferior de la casa- centenarias botas de roble crían este vino típico. Y es en los montes que rodean a la ciudad donde se cultivó desde siempre la uva moscatel de la que derivan las pasas y los vinos que dieron fama a Málaga comercializados en Norteamérica y la Rusia de los Zares.

 

Pero El Pimpi no solo es un lugar para degustar vinos exquisitos; también es un auténtico escaparate de la gastronomía malagueña. Los amantes de la cocina tradicional andaluza se deleitarán con una variedad de tapas que incluyen platos como el espeto de sardinas, la porra antequerana y los boquerones en vinagre, entre otros. Cada bocado representa el legado culinario de la región, llevando a los visitantes en un viaje de sabores que resaltan la frescura y autenticidad de los ingredientes locales.

 

Pero El Pimpi es mucho más que un restaurante o una taberna; es un centro de encuentro y un refugio para la cultura andaluza. Con frecuencia, acoge eventos culturales y conciertos en vivo, proporcionando un ambiente animado y festivo que invita a la celebración. Sus acogedoras salas y terrazas son lugares ideales para compartir momentos inolvidables con amigos y familiares.

 

Sin dudarlo, El Pimpi es una parada obligatoria para aquellos que visitan Málaga en busca de una experiencia auténtica y memorable. Sus raíces profundamente arraigadas en la tradición andaluza, su rica oferta gastronómica y su ambiente acogedor hacen de este lugar un verdadero tesoro en el corazón de Málaga, atrayendo a personas de todo el mundo para vivir la verdadera esencia de la ciudad.

 

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