A 80 km de El Calafate, el glaciar perito moreno ofrece un balcón al infinito
El Glaciar Perito Moreno no es ni el más alto, ni el más extenso, pero su accesibilidad por tierra lo convierte en el único en el mundo al que no es necesario llegar navegando. Las extensas pasarelas del Parque Los Glaciares ofrecen un balcón maravilloso a un escenario increíble
En aquel rincón de la provincia argentina de Santa Cruz, la maravilla escandalosa del Glaciar Perito Moreno se abre como posibilidad para todo el mundo. Es que el Perito Moreno, es el único glaciar en el mundo accesible por tierra y eso lo destaca por sobre cualquier otro.
Especiales condiciones de humedad sobre el cordón de la cordillera austral, colocan al glaciar en un lugar casi "impensado" y abren esta posibilidad que rápidamente conecta al viajero con un espectáculo natural de proporciones increíbles, sin someterlo a una obligada navegación. En todo caso, la navegación por el Lago Argentino quedará reservada para aquellos que quieran profundizar en el conocimiento de la zona y de otros glaciares de la región como el Upsala, el Spegazzini , el Heim , el Mayor o el Peineta
Es cierto, el glaciar Perito Moreno no es ni el más extenso, ni el más alto, pero sí es el único que se deja ver sin reparos. Y su belleza es indescriptible. No hay narración que pueda acercarse a aquello que se siente estando frente a él o recorriéndolo en una sesión de trekking.
Los brutales sonidos que provocan los habituales rompimientos del hielo en algunas zonas de su superficie, dan idea de que esa profusa masa de hielo no está quieta. Pero salvo eso, la sensación es la de estar frente a un decorado magnífico, colosal, espectacular, a la vez eterno e infinito, inmóvil e inconmovible al que un sinfín de generaciones no podrán dejar de rendirle culto.
Hipnótico, la posibilidad de contemplarlo se choca con la posibilidad de dimensionarlo. Esas masas de hielo que penden de las laderas de la montaña dibujan contornos siempre diferentes y reflejan azules que difícilmente se encuentren en una paleta de colores. Y es tal vez por eso que resulta muy complicado darse media vuelta y abandonar el parque. Desde cada sector de las extensas pasarelas preparadas para observarlo, la visión es diferente. Como en un juego de espejos, la imagen que se nos impone es siempre parecida y siempre diferente. Y esa posibilidad que se abre al viajero es justamente la que no agota la experiencia y provoca el deseo de querer volver una y otra vez.
El paso rasante de cóndores y águilas moras refuerza la idea de estar en un lugar mágico, increíble , y la vegetación del bosque patagónico que durante el otoño muestra su cara más escenográfica, refuerza la convicción de que pocos lugares en el mundo logran reunir tanta y tan espectacular belleza. No hace falta ser un amante del turismo de naturaleza para quedar perplejo. El Glaciar Perito Moreno es contundente en su hermosura y eso queda fuera de discusión. Ningún viajero podrá permanecer indiferente ante un espectáculo natural que rompe con lo que estamos acostumbrados a ver. Imposible establecer comparaciones frente a lo que se despliega ante las pasarelas del Parque Nacional Los Glaciares, es un viaje para entregarse y experimentar.
Parque Nacional Los Glaciares
El Parque Nacional Los Glaciares se extiende a lo largo del sudoeste de la provincia argentina de Santa Cruz , justo en el límite con Chile. Aún hoy los límites entre los dos países es impreciso , pero lo cierto es que esa región conocida como Andes Australes fue declarada "Patrimonio Mundial" por la UNESCO en el año 1981 por su imponente belleza natural y constituye una maravilla única en el mundo.
El Parque Los Glaciares se despliega en un conjunto de montañas, lagos y bosques y a esa vasta porción de la Cordillera de los Andes cubierta de hielo en formación glaciar.
El Parque lleva ese nombre por la gran cantidad de glaciares que se originan en el gran Campo de Hielo Patagónico que es el manto de hielo más grande del mundo después de la Antártida.
Así, la mitad del Parque Nacional Los Glaciares está ocupada por el Hielo Continental Patagónico que alimenta 47 grandes glaciares de los cuales 13 descienden hacia la cuenca Atlántica. En el Parque existen, además, más de 200 glaciares de menor magnitud, independientes de ese Campo de Hielo.
En nuestro planeta, las grandes masas de hielo suelen encontrarse a más de 2500 metros sobre el nivel del mar , por eso los glaciares de la provincia de Santa Cruz son únicos : se originan a tan sólo 1500 de altitud y descienden hasta los 200 que es la característica que permite un acceso y visualización única en el mundo.
El resultado del deshielo de este inmenso sistema, da origen a los dos grandes lagos del parque : el Lago Argentino y el Lago Viedma. Para imaginar la inmensidad de estos lagos sureños basta pensar con que el Lago Argentino tiene catorce veces la superficie de Madrid, siete veces la de la ciudad de Buenos Aires.
Una navegación por la inmensidad del Lago Argentino permite acceder a un recorrido que descubre al viajero maravillosos recovecos, así como los frentes de otros glaciares no accesibles desde tierra. Tal los casos del Spegazzini -único glaciar en la zona en un proceso de retroceso- o el Upsala. También es posible recorrer el bosque patagónico en alguna de las paradas previstas por las embarcaciones, e imaginar de que forma vivían y viven los pocos pobladores de la zona.
Y para profundizar en el conocimiento de esta zona, a pocos kilómetros de El Calafate, una visita al Museo del Hielo Patagónico, "Glaciarium" ayudará muchísimo. El planteo sobre el que está diseñado, dará al visitante asombrosos y relevantes datos de la región y de quienes la exploraron. Vale la pena realizar la visita porque además tampoco tiene desperdicios la vista del conjunto de la estepa y la cordillera patagónica que se domina desde allí.
El Calafate, entrada al increíble Parque Nacional Los Glaciares
Cuando el Perito Francisco Pascasio Moreno llegó hasta ese lugar del mundo, lo hizo remontando el cauce del río hasta llegar al Lago que denominó "Argentino". Vaya paradoja, a poca distancia estaba el glaciar que hoy lleva su nombre, pero nunca llegó hasta allí.
Eran otros tiempos y si bien es cierto que son muchas las formas posibles de llegar hasta el glaciar no todas son tan cómodas o convenientes como la que supone viajar hasta la ciudad de EL Calafate vía aérea y emprender desde allí el camino hasta el Parque Nacional, distante tan sólo 80 km.
Eso sí, es necesario saber que ningún transporte de línea regular llega hasta el Parque Nacional y que será necesaria la contratación de un charter que tiene un valor que inicia en los 20 dólares.
Algo similar sucede desde el aeropuerto hasta la ciudad, aunque esos 20 kilómetros se resuelven con una tarifa cercana a los 10 dólares.
Desde ya, siempre hay opciones de taxis o remises privados y la de alquiler de auto pero que ante una fuerte demanda no posee una oferta acorde.
Esta coqueta ciudad sureña es y brinda todo lo que se puede esperar de un destino habituado a los visitantes internacionales: excelente hotelería -que se multiplica en espacios pensados para todos los bolsillos- , gastronomía de excelencia que tiene sus estrellas en las preparaciones que integran sus productos típicos: cordero, guanaco y dulces de la zona, locales donde se ofrecen productos artesanales y otros en los que las líneas internacionales destacan.
Lo cierto es que El Calafate acompaña en su oferta la magnificencia de lo que se va a conocer. Y no es menor. Porque no hay nada más agradable que llegar de una excursión extensa y emocionante y poder regodearse en una buena cena y un sueño reparador. Para los que quieren seguir la fiesta, también existen opciones en los bares de hielo y los múltiples pubs con ofertas de todos los gustos.
Una visita obligada, más allá de por su arteria principal , San Martín, es sobre la costa y desde el alto donde se puede contemplar la olla en la que fue construida para ampararla de los vientos frecuentes de la zona. Pero a no asustarse, éstos no son constantes, así como llegan, se van y aportan un ingrediente que hace a la experiencia de la visita a la zona, novedosa , hasta en sus pequeños detalles.