No es solo turismo lo que narramos.
Es un temblor en la piel cuando un paisaje te nombra, cuando una mirada desconocida sabe exactamente lo que viniste a buscar.
Es una calle húmeda al amanecer, una copa compartida sin apuro,
Un tren que parte y te cambia sin que lo notes.

En las historias de Camino en la Niebla no hay apuro.
Hay pausa, niebla, complicidad.
Aquí viajan Gugas y su cómplice  y a cada paso aparece un personaje, justo cuando el alma está lista para reconocerlo.

En Camino en la Niebla, cada semana, escribo para quienes aún se emocionan.
Para quienes saben que el turismo no es consumo,
sino una forma sutil de descubrirse entre lo desconocido.
Para los que intuyen que en cada lugar hay una historia esperando ser contada…
con palabras que abracen, con silencios que digan.

No quiero explicarlo todo.
Quiero caminar por senderos donde no todo tiene respuesta, pero sí un eco.

Gabriela Marinelli